28/6/08

Hannah Arendt y el Sentido de la Política

Comprender lo que es la política se torna complicado al existir prejuicios (el que sean prejuicios no significa que sean necesariamente ilegítimos) tal como la categoría medios-fines, donde la política persigue un fin que es independiente de la política misma. Se asume que la política contiene violencia lo que nos lleva a la conclusión de que la dominación es una herramienta y concepto propio de la teoría política. Así el poder se entiende como una relación de mando-obediencia. Arendt la comprende como un consentimiento común y lo separa de la violencia afirmando que, de hecho, mientras más violencia menos poder. En el mundo contemporáneo el curso de la historia aunado a los prejuicios ya mencionados ha desencadenado la idea de que a causa de la política la humanidad puede ser llevada a la destrucción, y se tiene la esperanza de que”la humanidad será razonable y eliminará a la política antes que así misma”[1] Se tiene la idea de que la existencia del hombre supone la existencia de la política, un prejuicio moderno que asume que la política es necesidad primordial de convivencia humana y que lo ha sido siempre en todos los lugares donde existe vida humana. Arendt argumenta la imposibilidad de tal afirmación, ya que la política empieza cuando las necesidades materiales y la violencia física han sido superadas.

Arendt dice que la experiencia del totalitarismo y las posibilidades de aniquilación que ofrece la modernidad provocan que uno se pregunte por el sentido de la política y que la respuesta contemporánea práctica y teórica se refiere a la política como “medio para proteger la subsistencia de la sociedad y [la] productividad del libre desarrollo social”
[2] .

Para Arendt, en realidad, la respuesta es sencilla pero difícil de comprender en nuestro tiempo, el sentido de la política es la libertad. Se ha asociado la libertad como un fin de la política y que la libertad comienza donde termina la política. Pero la libertad como sentido de la política implica que la libertad está contenida en la política.

Los griegos, argumenta Arendt, sabían lo era la libertad y esa libertad es lo que distinguía a la polis de cualquier otra forma de comunidad. El hombre debía liberarse y encontrarse en el ocio lo cual le permite dedicarse a lo político. La política es un fin no un medio y la libertad su sentido, “la libertad comprendida negativamente como no ser dominado y no dominar, y positivamente como un espacio sólo establecible por muchos, en que cada cual se mueva entre iguales. Sin tales otros, que son iguales, no hay libertad”
[3] Para la libertad se necesita un espacio público donde los ciudadanos aparecen ante el otro y existen. La acción política le permite al ser humano insertarse en el mundo por obra y palabra, y, en concordancia con la condición de la pluralidad, generar poder con ayuda de sus iguales. La libertad le permite al hombre iniciar, llevar a cabo la acción. Para llegar a ser libre se debe correr el “elemento de riesgo” , ya que se debe “abandonar el hogar” , salir del espacio privado. Es un riesgo, ya que en la esfera de los asuntos públicos, y en función de la libertad, todo es impredecible.

[1] Hanna Arendt, ¿Qué es la política?, Paidos, España, 1993, p.98.
[2] Íbid, p.63.
[3] Íbid, pp.69-70.